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La pérdida de dientes naturales por cualquier causa (caries, enfermedad periodontal, traumatismo,) provoca un fuerte impacto en la función masticatoria, estética, fonética, relaciones en la vida de pareja, problemas psicológicos, sociales, etc.
Los implantes dentales reemplazan los dientes y/o muelas perdidos, recuperando todas las funciones de la pieza dental: masticación, fonación, estética, conservación del hueso de la zona, etc.
El implante dental es una raíz artificial de titanio (el material biocompatible que mejor responde con el paso de los años) que se inserta en el hueso, para que, una vez que estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
Con los implantes dentales se pueden sustituir desde un solo diente perdido hasta todos los de la boca. En el caso de ser una sólo diente, sobre el implante irá una corona que sustituye al diente. Si nos varias piezas las que hay que reponer, en función de los casos se colocarán sobre los implantes necesarios una prótesis de mayor extensión.
Es una intervención quirúrgica simple e indolora que permite la reposición de forma natural de piezas dentarias que se han perdido o que están en mal estado, sin afectar a las piezas sanas que están al lado.
