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No. El esmalte permanece intacto tras el blanqueamiento. A los dientes no les sucede nada, salvo cierta sensibilidad post-tratamiento.
El dentista es quien decide si es necesario renovar el blanqueamiento y en qué momento.
Cualquier persona que tenga la boca sana, es decir, sin caries y que no tenga sensibilidad dental. En menores de 16 años deben tener una autorización de los padres.
Los mejores resultados se obtienen en los dientes que, con el paso de los años, amarillean o que tienen ese tono natural. En tinciones más intensas (tonos anaranjados o grises), se puede conseguir aclarar el diente. Las manchas provocadas por las tetraciclinas, dan un tono grisáceo al diente que no se puede blanquear, habría que recurrir a otras soluciones como carillas.
El efecto del blanqueamiento dental tiene una duración de un año como mínimo, y 2 como máximo dependiendo de las técnicas y productos empleados, y de los hábitos de alimentación e higiene dental de cada persona.